LIDERAZGO EN PERU
El liderazgo de Ollanta Humala ha variado en el tiempo
y muestra dos fases muy marcadas. La primera
fase va desde que fundó el Partido Nacionalista en
2005 hasta el inicio de la campaña presidencial 2011.
En esta etapa Ollanta Humala puede ser definido
como un líder caudillo/autoritario, que en el campo
simbólico de la dramaturgia de la política representa
al héroe que en una sociedad de pobres y excluidos
sabe leer la insatisfacción y el rechazo que genera en
ellos un modelo político y económico desprestigiado,
excluyente y corrupto, y que propone un cambio profundo
que él habrá de conducir.
Hasta aquí sería un líder caudillista típico, pero también
hay autoritarismo, que se comprueba en los
fundamentos de su plan de gobierno La gran transformación,
que es una propuesta de corte nacionalista o
“alternativa democrática” basada en un “programa
político de cambio radical”, que asume el compromiso
de “culminar la construcción del estado nación democrático”
y se compromete a “transformar el estado
con una nueva constitución”. De esta manera, con ese
acento mesiánico, Humala se presenta y se propone
como el líder que las masas requieren para ser conducidas
con firmeza y autoridad para alcanzar sus objetivos
de justicia social.
La propuesta de nueva Constitución surge como aparente
necesidad para dar marco legal a su proyecto
político de cambio radical, pero en realidad solo pretende
el control político del Estado y la sociedad, además
del propósito que tuvieron otros gobernantes latinoamericanos
que cambiaron la Constitución en los
últimos tiempos: la reelección indefinida.
Esta característica de líder caudillo/autoritario se explica
por su formación militar y se produce en una
América Latina de larguísima tradición de gobernantes
militares/caudillos/autoritarios, y queda refrendada
por su gran afinidad con el presidente venezolano
Hugo Chávez, igualmente militar/caudillo/
autoritario. Aquí, ninguna semejanza es obra de la
casualidad.
Como líder que atiende las expectativas políticas de
las masas, Humala ofrece un mensaje anticorrupción
firme y constante, y en campaña es el único candidato
con esta propuesta en una sociedad sedienta de transparencia
en la gestión pública.
Con estas características en su liderazgo Humala logró
un altísimo nivel de conocimiento y valoración favorable
entre los ciudadanos más pobres de las zonas
urbanas y rurales del país. Pero eso era insuficiente
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Abstract
Ollanta Humala’s leadership has two phases. The first
one is related to the old Latin American tradition of autocratic
military leaders. In the second one it shows a
more democratic claim that confronts those institutional
frontiers and the waste of people’s trust.
Keywords: Leadership; Democracy; Ollanta Humala.
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Resumen
El liderazgo de Ollanta Humala tiene dos fases. En la
primera se alinea a la vieja tradición latinoamericana de
líderes militares/caudillos/autoritarios; en la segunda
tiene una pretensión democrática que se enfrenta a barreras
institucionales y de confianza popular perdida.
Palabras clave: Liderazgo; Democracia; Ollanta Humala.
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Fecha de recepción: 13/02/2012
17agenda pública
para un triunfo electoral y a partir de allí tuvo que hacer
cambios estratégicos en su propuesta política, modificando
también las características de su liderazgo.
La segunda fase de su liderazgo comienza allí, en la
necesidad de ampliar su cobertura social, en conquistar
a los sectores sociales urbanos medios y altos que
habían estado muy atemorizados con su propuesta
inicial. Esta fase continúa hasta la fecha.
Dado que el liderazgo y la imagen pública del político
se construyen, el cambio se elaboró en el laboratorio,
y básicamente significaba la transformación del líder
autoritario/caudillo en el líder con pretensión democrática,
de manera que modificó su plan de gobierno e
hizo cambios en su liderazgo. Comenzó a propiciar el
diálogo y a dar muestras de tolerancia y pluralismo,
su mensaje se volvió integrador y se alejó de sus propuestas
radicales y estatistas. Comenzó a ver con buenos
ojos las libertades económicas y políticas como
marco a sus propuestas de inclusión social.
En el terreno del simbolismo, cambió el nombre de su
partido, de Partido Nacionalista a Gana Perú; también
reemplazó el rojo por el blanco en muchos elementos
visuales de su comunicación, entre otros cambios. En
este campo también es importante la proyección de su
entorno familiar directo, su familia nuclear, donde su
esposa Nadine Heredia, quien aparece públicamente
junto a él con mucha frecuencia, es percibida como
una mujer bien preparada, inteligente y carismática.
Humala logró un cambio en su identidad política y
apareció como un líder cercano. En el ejercicio del gobierno,
Humala intenta que su liderazgo con pretensión
democrática se transforme en liderazgo democrático,
pero este intento tiene dos grandes barreras:
La primera es la ausencia de un sistema institucional
sólido, eficiente y confiable (que incluye la ausencia
de un sistema de partidos) que impide contar con un
marco institucional para la negociación política que
lleve a los acuerdos que pueda promover el líder democrático.
La calidad del ámbito institucional también
es importante, porque sirve de marco para que el
líder democrático gobierne, a la vez que le pone regulaciones
y límites.
La segunda es que el cambio de su propuesta política
lo acercó a la derecha y eso le generó pérdida de confianza
en parte de sus adherentes pobres y excluidos,
que ahora se sienten decepcionados. Esto significa la
pérdida de respaldo social y la exclusión de esos sectores
en el diálogo político que ya se ve limitado por
la razón anterior.
Estas barreras le ponen delante dos grandes retos.
Uno: lograr una mejora del sistema institucional y encontrar
caminos efectivos de diálogo político productivo.
Dos: lograr que su nuevo liderazgo con pretensión
democrática sea percibido como algo auténtico
y tener éxito en su gestión en beneficio de los pobres
para recuperar la confianza perdida
Muchas gracias. Felicidades. Gracias por su investigación. Saludos
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